Aunque grande es la distancia y profundo mi amor
sé que algún día papi, nos volveremos a ver,
allá en el infinito de ese mundo celestial
en donde gozas con ángeles y vives con nuestro Dios,
allá mismo mi vida, nos volveremos a ver.
Toda mi vida la apuesto a que nuestro Supremo Creador, me tiene la gran sorpresa de volvernos a encontrar.
Una inmensa alegría llena mi corazón,
el saber que estás feliz, aunque no encuentre la razón.
Lo más grande que agradezco a mí Padre Celestial,
es que nos haya permitido veintitrés años juntos estar,
disfrutando cada momento de nuestro amor terrenal.
Y por eso con confianza de que todo allá es mejor,
desde aquí te mando papi mi humilde bendición.
Sigues en mis recuerdos hasta el final de mi creación,
pero confío en Dios que allí estaremos los dos,
abrazándonos y besándonos, sin que exista más dolor, todo será gozo me lo prometió mi DIOS.
Recuerda papi amado nos volveremos a ver,
allá en ese Paraíso lleno de un mundo mejor.
